Aprendiendo y divirtiéndonos con los monitos  



Dentro de las muchas atracciones que posee la granja Villa, los animales silvestres captan poderosamente la atracción de nuestros visitantes, de manera especial los monos. Ellos son los que conmueven mucho a los niños, posiblemente por su singular comportamiento y por encontrar ciertos rasgos físicos parecidos a los seres humanos, pero no son las únicas cosas que compartimos con estas simpáticas criaturas, ellas al igual que nosotros son muy susceptibles a tener alteraciones en la salud debido a estados de estrés.


Todos los días del año, sobre todo los fines de semana, cuando nos visita un gran número de público, muchas personas frente a la presencia de los monos, principalmente los niños, se manifiestan de muchas formas: bulliciosas risas; miradas curiosas; gritos emocionados; entusiastas preguntas; El hecho de estar separados de ellos solo por un cristal hace que muchos quieran golpear los vidrios, en busca de una reacción o tal vez una mirada, a pesar de las señalizaciones que prohíben esto. Sin darse cuenta que estas acciones pueden alterarlos o incomodarlos. Entendiendo que esta operación podría repetirse muchísimas veces al día se hace más probable el estado de estrés.


Los problemas sanitarios que pueden presentarse debido al estrés pueden ser directos, como alteraciones nerviosas o derivados por la caída de las defensas naturales, que conllevan a muchos tipos de enfermedades como de piel, gastrointestinales, cardiorespiratorias y otras que les van deteriorando la calidad de vida y que si no son bien manejadas pueden conducirlos a la muerte.


Nosotros tenemos la labor de enseñar sobre el efecto negativo que puede producir esto y mostrar la dinámica correcta para aprender de ellos. De verlos de cerca, sabiendo que si permanecemos en silencio ellos no se incomodarán y se comportarán de manera más natural jugando y realizando actividades cotidianas propias de su habitad.

date martes, 21 de septiembre de 2010

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